Comportamiento y Conducta
Humana:
Pero la mentira “tiene patas cortas”, es decir, que no llega muy lejos;
porque los mentirosos tienen que
tener ante todo muy buena memoria, si no quieren ser descubiertos.
El que miente necesita falsear la
verdad para dar una imagen diferente de la que realmente tiene. No está
conforme consigo mismo y en lugar de mejorarse auténticamente se oculta tras
una máscara o disfraz inconsistente, lo que representa una mala conducta y por ende un mal comportamiento dentro de la
sociedad y más aun con tus seres queridos.
Una mentira es el comienzo de una cadena de mentiras infinitas que hace que El mentiroso produzca en los demás una imagen de personalidad
caótica.
La personalidad paranoide es
fabuladora porque se siente perseguida y criticada y necesita continuamente
reivindicarse.
El miedo a perder la imagen falsa
crea mucha tensión y angustia y se pierde mucha energía mintiendo.
La mentira tiene la función de fabricar personas y mundos falsos que
hasta el que los inventa se los cree, creado hábitos de mala conducta y por consiguiente afecta las relaciones interpersonales, pues el comportamiento de una persona
que miente es detectado rápidamente por aquellos que siempre usan la verdad como guía a sus vidas.
Una vez que se ha instalado el
hábito de mentir es muy difícil
salir de él; porque la confianza de los otros se pierde diciendo una sola mentira y para recuperarla pueden pasar
muchos años.
Además, el que miente se está
mintiendo a si mismo convirtiéndose en alguien irreal que no existe.
Hay muchas formas de mentir.
Están las mentiras piadosas que son para no herir susceptibilidades, aunque
siempre es mejor pecar por omisión antes de caer en una mentira.
También hay mentiras colectivas, como las noticias de los diarios, las
revistas, la radio o la televisión que la mayoría de las veces responden a
intereses espurios.
Hay mentiras familiares, que son las que sostienen a algunas familias,
que aunque mientan todos por lo general igualmente se desmoronan.
Leemos mentiras históricas en muchos libros porque lamentablemente nadie
puede ser objetivo contando un hecho del pasado con absoluta fidelidad, porque no puede evitar
agregarle datos de su propia experiencia o ideología.
Y por supuesto hay muchas mentiras políticas que todos hemos
podido comprobar después de las elecciones.
En realidad, vivimos en una sociedad mentirosa donde todos nos
manejamos con tacto, que en última instancia significa mentir.
Siempre se puede cambiar este modo de ser, comenzando por emprender la
maravillosa aventura de ser sincero y aprender a valorarse.
El mentiroso cree muy en el fondo que es despreciable y desde esa
baja autoestima surgen las mentiras;
que en definitiva son inútiles porque la verdad siempre se filtra por algún
lado.
El que miente es como un barco
que hace agua hasta que se hunde irremediablemente en lo más profundo, a veces
perdiendo lo que más quiere.
El que quiere cambiar puede hacerlo sea quien sea, lo importante es
querer hacerlo, porque querer cambiar es ya haber cambiado.
Porque somos los dueños de
nosotros mismos y estamos condenados a elegir todo en esta vida y es probable
que también en la muerte, en que como algunos suponen, tendremos que elegir el
destino del alma.